Vamos a la raíz de tu problema…

ENDODONCIA

Es una especialidad dentro de la odontología cuya función consiste en la extirpación de la pulpa dental (comúnmente llamado “matar el nervio”) y el posterior relleno y sellado de la cavidad pulpar con un material inerte.

Normalmente hay que realizar este procedimiento cuanto hay una caries muy profunda, hay un absceso, cuando aparece sensibilidad por un tallado, etc. Los síntomas pueden ser: dolor, sensibilidad al frío o al calor, sensibilidad al masticar y al tacto, hinchazón de encías y decoloración de las mismas. En algunos casos el paciente no presenta síntomas.

La endodoncia es la única alternativa para intentar conservar una pieza dentaria que ha dolido (o duele después de algún tipo de restauración), y que actualmente presenta algún tipo de infección o destrucción coronaria muy grande, por caries o traumatismo. En la misma, a pesar de realizarse correctamente la técnica y que el porcentaje de éxitos es muy alto, cabe la posibilidad de que la infección o el proceso quístico o granulomatoso no se elimine totalmente, persistiendo o reapareciendo los síntomas al cabo de algunas semanas o incluso años. En estos casos hay otras opciones, como por ejemplo hacer un retratamiento de conducto, una cirugía periapical y en algunas ocasiones hasta habría que extraer la pieza involucrada. Es frecuente que el diente/molar en que se realiza la endodoncia se debilite y tienda a fracturarse, por lo que puede ser necesario realizar, con posterioridad, coronas protésicas de recubrimiento total o parcial, o en todo caso una reconstrucción, como máximo, dentro de los 30 días posteriores a la terminación de la endodoncia.

Nuestra premisa es salvar tus piezas dentarias, porque “tus dientes son más valiosos que un diamante”.